martes, 22 de enero de 2013

Cuestiones que desvirtuan toda teoría.

A raíz de una interesantísima conversación "virtual" con dos amigos, he decidido hacerme en voz alta unas cuantas preguntas que me han llevado a que mi relación con la pesca se componga exclusivamente de dudas.

Para todas estas preguntas hay respuesta, tanto para los defensores de una corriente, como para los de otra. De hecho, en la historia de la pesca con mosca todo han sido enconados enfrentamientos: seca vs. ninfa (Halford/Skues), realismo vs. impresionismo, carbono vs. bambú, seda vs. plástico, etc.

Es algo intrínseco a la pesca con mosca, y a casi todas las actividades humanas, partidarios de una idea y partidarios de la idea opuesta, esgrimen sus mejores argumentos intentando ganar adeptos a la causa, pero no nos engañemos, aquel que de pequeño se hace del Barça, rara vez termina siendo del Real Madrid, si realmente es aficionado al fútbol, claro. No podemos incluir en esta disyuntiva a todos aquellos a los que no les gusta el fútbol, y que por acercamiento a su pareja, su familia o su grupo de amigos, deciden hacerse seguidores de un equipo o de otro, pero nunca serán verdaderos aficionados.

Y para quien no le guste el fútbol, podría servir el ejemplo de la música. El que "es" de los Rolling, es de los Rolling; y el que "es" de los Beatles, es de los Betales. Aunque hay una tercera vía, aquellos que "somos" de Led Zeppelin, o de The Doors, o de ACDC, o de Abba, o de Michael Jackson, o de Queen...

Independientemente de ésto, si se le pregunta a cualquiera cual es el mejor grupo de música de la historia, defenderá su opinión con los argumentos más cabales y también con los más disparatados.

Y como es imposible que nos podamos meter dentro del cerebro de una trucha, lamentablemente, muchas de estas dudas, jamás podrán ser resueltas:

¿Cómo es posible que en un mismo rio, con los mimos peces, haya zonas donde éstos muestran una supuesta altísima selectividad, y en otra zona de ese mismo rio, se comen casi cualquier cosa que lancemos cerca de su boca? ¿Son listas? ¿Son tontas? ¿Depende solo de su miedo?

¿Cómo es posible que nos preocupe hasta grados casi enfermizos el color, textura, forma o perfil de flotación de nuestra imitación, e ignoremos factores tales como su olor (barnices, pegamentos), su rastro (ese rastro aceitoso que dejan algunos flotabilizadores) o su sabor (no olvidemos que se usan diversas "pociones mágicas" con olor y sabor para la pesca de otras especies)?

¿Cómo es posible que para pescar en superficie debamos supuestamente presentar imitaciones de una exactitud infinita cuando debajo del agua comprobamos cada día que imitaciones que en casi nada imitan a los macroinvertebrados que pueblan los rios se muestran altamente efectivas?

¿No debería ser al revés? ¿No ven con mayor nitidez los peces debajo del agua al ser menores las distorsiones que provoca la luz en la película superficial?

¿Cómo es posible que en muchos casos ignoremos los materiales brillantes en nuestro equipo? Cortahilos o tijeras colgando del chaleco, anillas o portacarretes de color metálico y no mate, ligaduras de adorno en colores metalizados que provocan reflejos sobre el rio, carretes que provocan esos mismos reflejos... Si incluso pescamos con el reloj puesto!!!

¿Cómo es posible que ignoremos, o restemos importancia a todo aquello que provoca sonidos? Los clavos de tungsteno de nuestras botas, las ninfas hiper-pesadas que golpean las piedras del fondo con sus cabezas metálicas...

¿Cómo es posible que, en ocasiones, durante eclosiones masivas de cierto insecto, la mosca que se muestre más eficaz es una que no tiene absolutamente nada que ver en color, forma, tamaño y perfil con aquellas que están eclosionando?

¿Cómo es posible que estemos transfiriendo constantemente a los peces comportamientos exclusivamente nuestros, que no se dan en ningún otro ser del reino animal, y no nos demos cuenta que en muchos casos resulta algo absolutamente exagerado?

¿Cómo es posible que en muchísimas ocasiones la presentación más eficiente sea aquella consistente en posar nuestra imitación fuera de la ventana de visión de la trucha?

¿Cómo es posible que haya quien crea que saber lanzar no es importante en absoluto? ¿Alguien se imagina a sí mismo pretendiendo jugar al golf y negándose a aprender los rudimentos básicos del swing y del putt?

¿Cómo es posible que nos gastemos infinitos dinerales en cañas y carretes, a los que en muchos casos comos incapaces de sacarles ni el 1% de su rendimiento posible, e intentemos escatimar unos centimillos en anzuelos y terminales? Justo la parte más importante de nuestro equipo, la que nos pone en contacto con el pez!!

¿Cómo es posible que nos preocupe más el color, tamaño o forma de la imitación que su textura, capacidad de movimiento y perfil de flotación?

¿Por qué sucede a veces que ante un corro de truchas que rechazan todas nuestras mejores imitaciones, consciente o inconscientemente, volvamos a intentarlo con una de esas anteriormente rechazadas, y en ese postrero intento tenemos éxito donde antes habíamos fracasado?

¿Y por qué en esas mismas situaciones nos empeñamos en cambiar mil veces de mosca y no en modificar nuestro bajo de línea, sin tener en cuenta que con cada cambio de mosca nuestro terminal se hará más y más corto dificultando aún más una presentación libre de dragado?

¿Y por qué no modificamos nuestra posición en el rio o nuestro lanzado en busca de una presentación más eficaz?

¿Cómo es posible que nos empeñemos constantemente en responder a todas estas preguntas y muchas otras, cuando lo que de verdad importa, o debería importar, es centrarse en el disfrute mismo de la pesca?

Pues sí, así pasamos las largas tardes de invierno, preguntándonos demasiadas cosas, porque al fin y al cabo, de nada valdrá casi ninguna de nuestras respuestas. Y es que ya lo dijo dela Rochefoucauld:

"Una de las tragedias de la vida es ver como una bella teoría muere a manos de una brutal pandilla de hechos".

10 comentarios:

  1. No hagas tantas preguntas, que alguno acabará rompiendo la caña y dedicándose al punto de cruz con sus hilos míticos jejejeje

    Tienes mucha razón en tus dudas Abel, nos montamos demasiadas películas en la cabeza con esto de la pesca a mosca.

    Un saludo!!!

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    1. Ah, si yo dejé de hacérmelas hace tiempo! Además recuerdo perfectamente en qué momento fue y cómo.

      La primera vez que estaba leyendo el Caddisflies llegué a un párrafo en el que el bueno de Gary decía que la efectividad de las brassie se debía a que el color del cobre provocaba los mismos destellos que alguno de los minerales que utilizaban los tricópteros de cierto tramo de rio para construir sus canutillos.

      Entonces, preferí empezar a pensar que en muchos casos simplemente mordían para saber si aquello era comida o por su instinto territorial, y no volver a complicarme la vida nunca más.

      Además, muchas cosas nunca podremos saberlas, así que mejor preocuparse por lo que sí podemos conocer y mejorar: lanzado, configuración de bajos, evitar crearles alarma (no reflejos, no ruidos...), nudos bien hechos, dejar el rio como mínimo igual que como lo encontramos, etc.

      Claro, que por otro lado tú sabes que me toca probar infinidad de modelos de moscas, pero esas jornadas no cuentan para mí como días de pesca solo por disfrute. Cuando solo es para disfrutar llevo mi cajita con 3 docenas de moscas y 6-7 modelos, las que mejor me han funcionado siempre, y a preocuparme solo de esas cosas que podemos controlar (o intentarlo al menos).

      Saludos!!

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  2. Hola.

    Son preguntas interesantes las que te haces y en mi opinión cada una merece una respuesta particular.

    Te doy mi opinión sobre las tres primeras.

    1- Las truchas no son ni listas ni tontas. Hay determinados lugares donde se sienten mas seguras y otros donde no tanto (como cualquier animal) de su grado de confianza/alerta depende su actitud.

    Sobre lo que comen, pues se zampan todo lo que ellas consideran alimento ¿Por qué? Muchos factores, hambre y competitividad por un alimento escaso puede producir que tomen cualquier cosa

    . Por otro lado en ocasiones atacan (comen y escupen) cosas no por alimentarse sino por territorialidad.

    2- Pues porque somos tontos y nos dejamos engañar por marcas/modas, tanto en eso como en multitud de factores.

    Yo NO CREO que en general las truchas sean escrupulosamente selectivas, aunque si creo que hay momentos en los que tienen un alto grado de selectividad motivados por factores, pero no es lo normal

    3- Es sencillo, en el 90 % de los casos para pescar en superficie o bajo ella NO hace falta imitaciones de exactitud infinita. Esa comedura de coco la tenemos los pescadores, no las truchas.

    Como te dije me parecen interesantísimas todas tus preguntas, espero contestar a alguna mas.

    Saludos

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  3. Todos nos preguntamos de todo en todo momento y todo lugar.... menos en el río. Yo llego a la orilla y dejo de preguntarme nada, pesco, y al cabo de no se cuantas horas llega de nuevo la primera pregunta "¿cómo coño se ha pasado el día tan rápido?" entonces salgo del río y vuelven una tras otra............
    ;-);-)

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    1. Pues yo al salir del rio suele ser cuando menos pienso, suelo estar bastante ocupado comiendo :-D

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  4. Hola.

    Permíteme seguir contestando a tus interesantes preguntas.

    4- La diferencia es cómo ve el pez el insecto, bajo el agua ve cuerpos opacos con más o menos brillos, sobre el agua ve cuerpos translucidos y/o movimientos, lo primero es sencillo de asemejar, pero lo segundo es mucho más complicado

    5-Volvemos a equivocarnos, creemos que las truchas ven/oyen/sienten como los pescadores, estamos totalmente equivocados, el mundo de la trucha es un mundo de brillos y burbujas acompañados de multitud de sonidos sordos… Alguna vez has buceado bajo una cascada y allí has abierto los ojos y has escuchado?? Prueba a ver como todo es diferente

    6- El agua arrastra cantidad de materia que provoca sonidos y las truchas no se asustan por ello, una pisada con clavos de tungsteno no provoca huida, ahora un resbalón en una roca con esos clavos si, se asusta del estrepito, de lo no habitual, con lo que debemos manejarnos con cautela pero no ser extremistas.

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    1. Muchas de las respuestas que tú das son casi las mismas que he dado yo en el facebook en la conversación que me hizo escribir aquí todas estas preguntas.

      Lo que yo venía a decir, resumiendo mucho, porque ha sido una conversación larguísima llena de ejmplos y opiniones de todo tipo, es que para mí, y esto es una opinión personal, en la teoría de la pesca conmosca, y sobre todo en el montaje de moscas, nos hemos complicado la vida demasiado, buscando razones de por qué una imitación funciona y extrapolando a las truchas comportamientos que son exclusivamente humanos.

      Yo estoy convencido de que como cualquier otro depredador, las truchas, se preocupan básicamente de comer, respirar, no ser comidas y reproducirse. La naturaleza funciona así, y querer ir más allá es complicarse demasiado, ya que por muchas explicaciones que busquemos para saber por qué sucede cada cosa, nunca vamos a saber como funciona el cerebro de una trucha, y esas explicaciones siempre estarán contaminadas por nuestro prisma humano, por así decirlo.

      Además, muchas moscas han nacido intentando asemejarse a x insecto o posible alimento, pero hay muchas otras que han nacido de una necesidad del pescador. Me explico: cualquier puede diseñar una mosca pensando qué es lo que la trucha quiere o necesita, y también podemos diseñar una mosca pensando que es lo que nosotros necesitamos (por ejemplo combinando en un tricóptero en paracaídas materiales de alta flotabilidad porque queremos que se vea bien y que sujete una ninfa de determinado peso al pescar en tándem).

      Y en ambos casos, tanto en las moscas diseñadas pensando en las truchas, como en las moscas diseñadas pensando en las necesidades del pescador, hay modelos muy buenos, buenos, regulares y malos.

      De ahí que, para mí, querer buscar los motivos y los porqués de todo, es complicarse demasiado.

      Otra cosa es que yo mismo, o cualquiera, lo hayamos hecho, que pensar en pesca en cierto modo también es estar pescando, y antes con menos oferta de intensivos los inviernos se hacían muy largos, pero creo que todo es mucho más sencillo de lo que nosotros muchas veces creemos.

      Y en todo caso, y coincidiendo plenamente contigo, por muchas explicaciones que queramos buscar, jamás vamos a poder ver el medio como una trucha lo ve, y habrá mil teorías, pero nunca habrá certezas que expliquen su comportamiento con total seguridad.

      Un saludo!! Y muchísimas gracias por el tiempo que os tomáis en leer, y comentar.

      :-)

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  5. Mira la foto de cabecera que tengo puesto en mi blog en estos momentos.

    ¿de verdad crees que en ese maremagnum de brillos y sonidos la trucha se apercibira de una pisada con clavos??

    Tu crees que en esas aguas necesitas la maxima exactitud de tono/color/brillos en tu mosca para que la trucha no rechaze??

    Saludos

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  6. Muy buen artículo, Abel, muy bueno.
    Despues de muchíiiisimas horas de río y no solo de "cola de rata" , creo que las truchas se comen cualquier cosa (les he visto comer colillas y palos), pero tambien se espantan de cualquier cosa. Lo mejor... pues cada uno con lo que tenga a mano y lo que sepa trate de buscarse SUS garbanzos como pueda. Y creo que no coincidimos dos mosqueros en sus métodos ni de coña.
    Repito que me ha gustado mucho la entrada

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